Cuento. "La historia Terminable"

LA HISTORIA

TERMINABLE

Algunos que les apasione la lectura se habrán leido ya la historia la interminable, bien, es un libro más gordo que las orejas del príncipe Carlos (y ya es decir) pues bueno, yo me lo estoy leyendo pero... es muy largo, hombre al principio son muy aburridos igual que el de Momo, pero al final momo me encantó y yo creo que a lo mejor la historia interminable, también me gusta. ¡Ah! y una cosa, no se porque la llaman historia interminable, si al final... ¡se termina! Es un enigma por resolver y yo creo que deberían leerse también el de todos los detectives se llaman franagan y así hacen como de superagentes secretos aunque todo el mundo te mire de reojo y te vea como a un bicho raro, total que no puedes hacer nada aunque te ven y tu pareces un tonto de remate y cuando te siguen mirando tu haces como si tuvieras la mano en el bolsillo o que se te ha caído algo, total que haces todo lo posible para que esa persona no piense de ti que eres un loco de esos que se imaginan que son protectores de la galaxia y cosas de esas, pero bueno, si empiezo a contar esto no acabo la historia ni aunque me dejen tres hojas, bueno a lo que iba:

Manolo era un niño de 10 años, no es muy listo de coco y tampoco es muy débil, total con todas las discusiones con otros niños que ha tenido los otros siempre se han ido a su casa llorando, en fin, es un apasionado en la lectura(aunque no lo parezca) y bueno cuando se aburre se entretiene, se aburre quiero decir: cuando no echan nada en la tele, cuando no tienes videoconsola porque está rota y están arreglándola, cuando tu hermano está con el ordenador y no acaba hasta que es hora de cenar, cuando no lo llaman para salirte a la calle y cuando tu madre te obliga a leer.

A él le gustan los cuentos cortos, no quiere de esos que ocupan casi dos dedos de tu mano, no, de esos que te los terminas de leer en... uno, dos, tres, cuatro... ¡una hora! Pero él, se entretiene con una mosca que va por ahí e intenta matarla a base de palmadas(muy inusual) pero bueno, cuando la mosca se va, siempre están unos los gamberros de la obra con el: toc, toc, toc o ¡ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiic! O con otros sonidos, tambien está el reloj, cuando todo están en silencio y los de la obra ya se han hartado de hacer ruidos está el reloj: tic, toc, tic, toc, un ruido desagradable, o también una tubería o una moto, o un coche o un restaurante de los que han salido unos hombres, o también cuando está puesta la lavadora es decir, todo eso le molesta y no se concentra leyendo.

Bueno, cuando todos ya han parado(que siempre pasa) al final se queda tranquilamente leyendo hasta que se aburre y no puede más, bueno, hacer los deberes: pasa, totalmente siempre los lleva sin hacer, que más da un día más, o un día menos, oir la radio: tampoco, donde mira, se queda embobado en un sitio y se centra más en el sitio que en la radio. La tele: en los programas del corazón, pues no, siempre en vez de haber un discurso él sólo oye gritos y gente levantándose, entonces, cuando piensa: y si voy al baño va y... ¡sorpresa! Está tu madre, va al de arriba y no hay nadie, pero se siente más inseguro, ya que no es en el que habitualmente va, luego baja las escaleras y... ¡noooooo! Su madre está con la zapatilla en la mano y con humo en la cabeza en el que se puede leer, EL EXÁMEN DE SOCIALES DE MAÑANA, ¡ay! madremía, es mejor echarse a correr que pararse, pero bueno, su madre le arrea dos zapatillazos, le pone arrumacos, le dice que va a estudiar, y bueno, estudia pero no entiende lo que estudia, y también tiene que leer, total, que a lo que le hemos llamado la historia terminable, no es una historia terminable, si no que no se acaba, pero bueno.

Al día siguiente, termina el exámente, bien, va a su casa y lo mismo de ayer: no tele, no salida, no ordenador, no consola y sí leer, pues bueno, así se puede pasar todo el día leyendo y que no se termina el dichoso libro, total que el libro le dura días y días, y aunque ya tiene arreglada la consola, su madre le ha castigado leyéndo el libro porque sacó en el exámen de sociales un 0 patatero y el maestro le pegó un collejón que tembló hasta la mesa.

Mira duró así dos semanas enteras hasta que por fin las 10 últimas páginas, y lo que hace, pasa páginas y se va a las cuatro últimas, su madre le ve y ¡pum! Tortazo y vuelve a las que le quedaban realmente, al día siguiente, exámen de naturales y su madre de nuevo con la zapatilla y al final se queda con la intriga de... ¿y que pasará al final? Total de que así tampoco estudia se imagina lo que puede pasar al final y al final no consigue estudiar el exámen.

Al día siguiente examen y no se sabía ni papa y está deseando de volver a su casa para leérse el libro, y su madre aparece con todo su vestido de gala y le dice: -¡ve arriba a vestirte con la ropa del domingo!- y no se acaba el libro porque sale por ahí y luego viene de noche, se acuesta y duerme.

Al día siguiente otra vez, ¡plas! Sacó un 0 como una casa en el exámen y un collejón del maestro que hasta tembló el suelo y se calló la pizarra y su madre, castigado a leer, y por fin puede terminar el cuento que tantos dolores de cabeza que le ha dado y ¡sorpresa! le faltan dos hojas por leer y luego por la noche, enciende la luz de la mesita de noche y su madre le pilla leyendo el cuento que se estaba leyendo y tortazo al canto de nuevo y hasta mañana a tener que leer de nuevo.

Y de nuevo mañana exámen de inglés, no se sabe ni papa y hace lo posible por leerse el cuento, se va a su casa deseando de leerse el cuento, y... ¡bingo! Salen otra vez por ahí fuera, pero al día siguiente, le entrega el exámen de inglés y de nuevo un 0 como una casa ¡se lleva una alegría y una desilusión! Que luego, collejón y después en su casa tortazo aunque al final se consiga leer el dichoso cuento que tantos quebraderos de cabeza le ha hecho pasar.

Cuento hecho por Daniel el 29 de octubre de 2010.